jueves, julio 01, 2004

El payaso que no se reía

Había una vez un payaso que se reía de todo.
Se reía y se reía hasta que un día le pasó algo muy feo.
Desde entonces: pura lágrima, pura tristeza.
Un amigo payaso se le acercó un día, y de tan triste que lo vio le preguntó: "¿qué te anda pasando amigo payaso?", a lo cual el payaso que no se reía contestó: "olvidé cómo reír"
Frente a esto, el payaso amigo no se le ocurrió mejor idea que hacerle cosquillas. Pero al payaso que no se reía no le hizo gracia. Le molestaban e incluso hasta le dolían las cosquillas.

Pasaron muchos payasos que trataron de hacer reir al payaso que no se reía. Hasta que un día, finalmente, el payaso que no se reía se vio en el espejo.
Se miró triste, larga y pausadamente.
Ahí mismito vio algo que no había visto antes: un payaso triste. Se ve que esto le causó gracia porque inmediatamente comenzó a reir.
Desde entonces, el payaso no afloja una sonrisa sin que el espejo no le devuelva otra.

viernes, febrero 27, 2004

CADAVER EXQUISITO

“Básicamente es por ahí la cosa”

A por los tuyos corro en busca de.
Más sólo sé que no se cuánto.
Pispeo y cuento con dos más.
Todos los que tengo más dos más

Y si le resto tres no tengo cuatro.
Dos o tres en el teclado...
Así que tipeo al más no pòder.
Tirando todo al botón divino

Luces, sombras y muchos mares
Cristales, tifones y el olor del azufre.
Así los livianos y todos los dolores
crestan la flor que se tiñe de azules.

El sentido de la sin tetera se ha confundido.
Todos en el arte y más en mi cuarto
De corcho, celuloide, papel o en lienzo
Apiladas y atorradas se hacen de plata.

Cadáver de la novia, cadáver exquisito
El temorio del velorio queda inconcluso.
Blabladurías de un sinrázon que blabla y blabla.
Todas unánimes flerrejan, incurvan el alma.