Se acerca en su piel un anhelo impenitente. Se anuncia una tormenta que no es sino en pleno verano.
En un roce y puro viento caen: las primeras gotas, las primeras hojas. Crece la intimidad del aire, se humedece.
Y es eso, esa sensación de que se va a quebrar… Esa dulce espera, instinto de sangre. Esperando el primer quejido, la primer rajadura. Observándola con sed, con la sequedad de la boca.
Esperándola, gota a gota.
Hasta que quiebre, hasta que llueva…
Y llueve…
Se siente y es así: se siente.
No existe el cómo... Es, nace y muere.
Placer y nada más.
Saldrá el sol, o no...
Se dará un beso o dos...
Pero eso es luego.
De momento no va a importar.
En un roce y puro viento caen: las primeras gotas, las primeras hojas. Crece la intimidad del aire, se humedece.
Y es eso, esa sensación de que se va a quebrar… Esa dulce espera, instinto de sangre. Esperando el primer quejido, la primer rajadura. Observándola con sed, con la sequedad de la boca.
Esperándola, gota a gota.
Hasta que quiebre, hasta que llueva…
Y llueve…
Se siente y es así: se siente.
No existe el cómo... Es, nace y muere.
Placer y nada más.
Saldrá el sol, o no...
Se dará un beso o dos...
Pero eso es luego.
De momento no va a importar.
1 comentario:
simplemente una sonrisa
(con todos los dientes)
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